La Cueva de San Ignacio
La Cueva de San Ignacio es un conjunto arquitectónico religioso en el que San Ignacio de Loyola se recluyó para hacer ejercicios de oración y penitencia durante su estancia en Manresa entre los años 1522 y 1523.
A lo largo de los años el conjunto ha sufrido diversas ampliaciones, de las cuales la más reciente ha sido la Casa de Ejercicios Espirituales adosada a la iglesia. Por la importancia religiosa e histórica del lugar es probable que tanto en el subsuelo como en su entorno contenga restos materiales o alguna posible necrópolis.
Tipología/Elementos
La Cueva de San Ignacio es un conjunto arquitectónico de una iglesia barroca más el moderno y enorme edificio neoclásico a su lado, que constituye junto con el Puente Viejo románico y la silueta gótica de la Seu, una de las imágenes clásicas de la entrada a la ciudad de Manresa.
Edificados en el cerro de San Bartolomé en una de las cuevas formadas por la erosión de las aguas del Cardener, donde según la tradición se recluyó San Ignacio de Loyola a orar y hacer penitencia durante su estancia en la ciudad del 25 de marzo de 1522 a principios de febrero de 1523, y donde escribió las partes esenciales de los Ejercicios Espirituales. Este hecho queda expresado en un retablo de alabastro de Joan Grau (S. XVII), que se conserva en la Coveta y muestra la figura del Santo escribiendo los Ejercicios Espirituales en Manresa.
Estado de conservación
- Exterior: Bueno
 - Interior: Bueno
 











